Werwolf

"Sehen wir uns ins Gesicht. Wir sind Hyperboreer". Nietzsche

Sunday, May 21, 2006

La Alemania de Hitler VII


VII El Ejército


Para reorganizar el Ejército se requerirá habilidad política, tacto y energía; helo allí, como uno de los más brillantes éxitos de Adolf Hitler.
El problema de la defensa nacional hubo que considerarlo desde dos puntos de vista: uno de la política interna y otro de política externa. Ambos presentaban serias dificultades que se explican sin dificultad por el estado militar de Alemania antes de 1933.
Alemania no contaba sino con el pequeño Ejército que le había impuesto el Dictado de Versalles; se componía de 100.000 hombres y de algunos pocos buques de guerra; no podía disponer de aeroplanos. Fuerzas armadas que, no obstante su admirable espíritu y el elevado grado de instrucción militar que poseían, no estaban a la altura de su misión, que era la de proteger al pueblo y a la nación. Manteniéndose fiel a las tradiciones del antiguo Ejército tomó en el Estado, organizado por la República de Weimar, una posición especial, independiente del mecanismo parlamentario, como ejército profesional que tenía como jefe supremo al presidente del Reich, mariscal von Hindenburg, por todos venerado. Además, era instrumento del famoso art. 48 de la Constitución de Weimar, artículo que prácticamente podía derogarla, como realmente ocurrió en el verano de 1932 cuando el gobierno prusiano-marxista fue destituido.
Debido a esta posición especial, el Ejército pudo conservar, durante aquellos años turbios, una independencia que lo situaba por encima de los partidos; muchos parlamentarios, por susodichas razones pacifistas, eran enemigos suyos. La actitud del ejército significaba, sin embargo, una garantía para su propia existencia y protegía los intereses de la patria. La historia nos enseña qué tristes consecuencias puede traer la participación del soldado en las luchas políticas internas para la existencia de un ejército y para la nación misma. De aquí que Mussolini, el día de la marcha a Roma, despidiera desde el Hotel Savoya a los oficiales que se habían reunido en la calle para acatarlo. El Ejército alemán era, lo que en él quería ver su fundador general von Seeckt, “las abrazaderas de acero del Reich”. Gracias a que rechazó constantemente toda clase de intereses de partido, el ejército pudo mantener su espíritu militar, y ha permanecido como “símbolo, firme sostén y protector del Estado en un tiempo en que el pueblo, sin poner en peligro su existencia, debía ser guiado para pasar a través de opresiones y de humillaciones extranjeras y de miserias y de guerras fratricidas”. Así dicen las palabras de Hindenburg en su testamento político.
Esto hace ver que no fue nada fácil para Adolf Hitler, como canciller y al mismo tiempo jefe del Partido nacionalsocialista, modificar esta situación en un organismo que se puede designar como un “Estado dentro del Estado” y eliminar todas las malas inteligencias que existían entre el Ejército y el Partido. Aún cuando sus fines eran idénticos: conservar el legado de la tradición militar, luchar contra las cadenas de Versalles y la eliminación del régimen de Weimar.
Además, el Ejército tenía que constituir un elemento básico en la reconstrucción del Estado y transformarse pasando de un ejército profesional a un nacional. Este problema tan difícil y que tanto tacto requería fue resuelto por Adolf Hitler.
Ya antes de llegar al poder, el futuro canciller del Reich, en una conversación con un oficial de alto rango, declaró que en la Alemania de la postguerra sólo hay dos grandes cosas que hacer: la organización del movimiento nacionalsocialista y la reconstrucción del Ejército. Hitler se esforzó con todo empeño en ganarse las simpatías de los círculos militares, para lo cual tenía a su favor haber combatido valientemente en el frente de guerra. Trató de asegurarse el apoyo del Ejército para la realización de su idea: hacerse cargo del poder por caminos revolucionarios y sin embargo legales. Pocos días después del advenimiento al poder, Adolf Hitler expuso claramente sus fines políticos a todos los altos jefes del Ejército y de la Marina y les afirmó que para él eran motivo de especial atención las cuestiones de la defensa nacional. En Septiembre de 1933 pudo declarar solemnemente: “Si en los días de la revolución no se hubiera puesto al Ejército a nuestro lado ahora no nos encontraríamos aquí”. En el primer aniversario del advenimiento al poder, Enero de 1934, Hitler en su gran discurso ante el Reichstag hizo la declaración siguiente: “Es un fenómeno histórico único el que entre las fuerzas de la revolución y los jefes responsables de un ejército, disciplinado en el más alto grado, haya una compenetración y cordial al servicio del pueblo como la que existe entre el Partido nacionalsocialista y yo como su jefe, por un lado, y los oficiales y soldados del Ejército y de la Marina, por el otro. El Ejército y sus jefes, con lealtad y adhesión incondicional, se han puesto a las órdenes del nuevo Estado, facilitándonos así ante la historia el buen éxito de nuestra obra”.
Tan favorable resultado no debe sorprender; el Führer es soldado en lo más íntimo de su corazón como Blomberg, general y ex ministro de la Guerra, decía en un artículo de fondo del “Völkischer Beobachter” —29 de Junio de 1934—: “En íntima comunión con el pueblo entero está el Ejército que lleva con orgullo la insignia del renacimiento alemán en el casco de acero y en el uniforme; con disciplina y lealtad sigue al jefe del Estado, mariscal de la gran guerra y presidente del Reich von Hindenburg y al Führer del Reich Adolf Hitler que ha salido de nuestras filas y será siempre uno de los nuestros”[1].
Condición previa para una cooperación armónica es que tanto el Partido como el Estado se limiten a los deberes que les incumben: la crisis del 30 de Junio de 1934 mostró tendencias que pretendían transferir la defensa nacional del Ejército a otras organizaciones, pretensiones a las que el Führer dio un rápido fin.

Adolf Hitler ha hecho del Ejército alemán un firme sostén del nuevo Estado declarando solemnemente que aquel es el único elemento armado de la nación. El Partido en cambio es el exponente de la idea política. De este modo, el Ejército ha adquirido una base constitucional sólida y las distintas misiones de las dos grandes instituciones han quedado ya firmemente establecidas.
Esta nueva situación del Ejército fue expresada y confirmada en dos disposiciones fundamentales. Primero, en los nuevos “deberes del soldado alemán”, que constan en el legado de Hindenburg, de Mayo de 1934. En breves frases se describen los deberes militares y nacionalsocialistas. “La ordenanza militar” del soldado alemán, publicada en el año 1930, contiene la siguiente frase: “El Ejército es el instrumento del poder legal del Reich, protege las fronteras de Alemania y su integridad tanto en el interior como en el exterior.” Actualmente se lee en su lugar lo siguiente: “El Ejército es el instrumento armado del pueblo alemán. Protege a la nación y a la patria, al pueblo unido por el nacionalsocialismo y al solar en que vive”.
Como se ve en lugar del poder legal, variable según las circunstancias, está el pueblo alemán encarnado en el nacionalsocialismo.
Ambos textos muestran todavía otras diferencias interesantes. Así, por ejemplo, antes se leía: “El Ejército sirve al Estado y no a los partidos” mientras que ahora se lee: “El servicio en el Ejército es un servicio de honor al pueblo alemán”. En 1930 hablaba a través de todos los artículos de la ordenanza la tradición limitada al espíritu militar y que no tenía nada de común con lo que saliera más allá de los límites del Ejército; en 1934, junto al glorioso pasado de la nación alemana, se nombraban también la tierra y el trabajo de los cuales recoge su fuerza el Ejército.
El fallecimiento del mariscal von Hindenburg dio motivo a una segunda demostración histórica; la misma tarde del día en que murió, el Ejército prestó juramento bajo la fórmula siguiente: “Yo pronuncio ante Dios el sagrado juramento de obedecer incondicionalmente al Führer de la nación y del pueblo alemán, Adolf Hitler, jefe supremo del Ejército; como valiente soldado estoy dispuesto en todo momento a dar la vida por este voto”.
Con este juramento quedó cerrado el ciclo de la evolución política del Ejército que había comenzado antes de la toma del poder por el nacionalsocialismo y significaba la solución definitiva de su problema. Entre Partido y Ejército el antagonismo ha cedido su puesto a la cooperación y ayuda recíprocas.
“De igual manera que la misión del Partido y la del Ejército están claramente separadas, así debe ser de firme y fuerte la confianza mutua que una a ambos. Todos laboramos por un ideal común y trabajamos para el mismo fin. La base de esta confianza mutua sólo puede ser la ideología nacionalsocialista, pues todos somos los soldados de Adolf Hitler. Un buen soldado debe ser también un buen nacionalsocialista. Honramos a nuestros camaradas muertos saludando y sirviendo a Adolf Hitler” (Blomberg).

Una vez resuelta la cuestión de la política interna del Ejército, Adolf Hitler pudo dedicarse al problema de la política externa, o sea al de la soberanía militar.
Algunos días después de abandonar la Sociedad de las Naciones, en Octubre de 1933, el gobierno, como ya hemos dicho, propuso en un memorándum la constitución de un Ejército de 300.000 hombres; durante los primeros meses del año 1934 se verificaron repetidas negociaciones directas respecto a un convenio sobre los armamentos por un plazo de 10 años, sobre la base del memorándum inglés del 22 de Enero, que fue comunicado a Berlín, París, Roma, Bruselas y Varsovia. En esta memoria se manifiesta la satisfacción de que las proposiciones de Hitler no sólo se ocupen de cuestiones técnicas de armamento, sino también de las garantías políticas contra un ataque.
El gobierno francés, en su respuesta del 17 de Marzo, hizo constar su decisión de mantener sus reservas contra la moción presentada por Alemania. El 17 de Abril, el gobierno francés declaraba en una segunda nota, sin más, como inútiles las negociaciones.
Por esta razón, el Führer, de acuerdo con el ministro de la Guerra, preparó la introducción del servicio militar a corto plazo y del servicio obligatorio general, es decir, la creación del Ejército nacional. La implantación del servicio militar por dos años en Francia aceleró esta decisión que inesperadamente se hizo pública el 16 de Marzo de 1935.
En este día el gobierno, con la rapidez del rayo, acordó la ley “Sobre la Reorganización del Ejército” y a la vez dirigió una proclamación al pueblo alemán. Se recordaba que Alemania, en Noviembre de 1918, confiada en la seguridad que se le había dado mediante los 14 puntos de Wilson, y creyendo en el un nuevo orden en las relaciones entre los pueblos, había depuesto las armas tras una gloriosa resistencia de cuatro años y medio; exponía como había sido tratado el pueblo alemán por el Dictado de Versalles, imponiéndole el desarme total con la promesa de que se efectuaría un desarme internacional. Alemania cumplió las obligaciones de desarme que se le impusieron, como consta en las comprobaciones hechas por la Comisión de control interaliada.
Fue destruido el siguiente armamento del Ejército: 59.897 cañones, 130.558 ametralladoras, 31.470 lanzaminas, 6.000.700 fusiles y carabinas, 243.937 tubos de ametralladora, 28.001 cureñas, 4.390 cureñas de lanzaminas, 38.750.000 proyectiles, 16.550.000 granadas de mano y de fusil, 60.400.000 espoletas, 491.000.000 proyectiles de armas cortas, 335.000 tons de vainas de proyectiles, 23.515 tons de vainas de cartucho, 37.600 tons de pólvora, 79.500 polvorines, 212.000 teléfonos, 1.072 lanzallamas, 31 trenes blindados, 59 tanques, 1.762 coches exploradores, 8.982 estaciones de telegrafía sin hilos, 1.240 hornos de campaña, 2.199 pontones, 981,7 toneladas de piezas de equipo para soldados, 8.230.350 utensilios de mochila para soldados, 7.300 pistolas y revólveres, 180 trineos de ametralladora, 21 talleres portátiles, 12 carros de cañones antiaéreos, 11 armones, 64.000 cascos de acero, 174.000 máscaras contra gases asfixiantes, 2.500 máquinas de la industria de guerra, 8.000 cañones de fusil.
Las armas aéreas destruidas fueron: 15.714 aeroplanos de caza y bombardeo, 27.757 motores de aeroplano.
Los buques de guerra destruidos fueron: 26 buques de línea, 4 acorazados de costa, 4 cruceros acorazados, 19 cruceros ligeros, 21 barcos escuela y especiales, 83 torpederos, 315 submarinos.
Además tenían que ser destruidos: vehículos de toda clase, material y medios defensivos contra el gas, explosivos, reflectores, ajustadores de tiro, telémetros, fonoscopios, instrumentos ópticos de toda clase, arreos para caballerías, material de vía estrecha, imprentas de campaña, cocinas de campaña, talleres, armas blancas, cascos de acero, carros para transporte de munición, máquinas corrientes y especiales de la industria de guerra, cobertizos y hangares para aeroplanos y globos, etc.

Después del cumplimiento de un dictado sin precedentes en la Historia, Alemania tenía derecho a esperar que la parte contraria cumpliera también las obligaciones impuestas por aquél, pero fue defraudada. Ocurrió precisamente todo lo contrario: muchos Estados se armaron. Las máquinas de destrucción inventadas durante la guerra fueron perfeccionándose mediante un trabajo científico y metódico; los poderosos tanques blindados, los aeroplanos de combate y bombardeo experimentaron continuas mejoras, se construyeron cañones enormes y se prepararon bombas explosivas, incendiarias y de gases de mayor eficacia.
En medio de estos Estados guerreros superarmados, que organizaban cada vez en mayores proporciones sus fuerzas motorizadas, Alemania era un país al que se le había arrebatado el poder y estaba indefenso ante cualquier amenaza o conminación. En consecuencia, Alemania debía insistir en el cumplimiento de la promesa que los otros países habían hecho.
De este modo surgieron los intentos de lograr un desarme general por medio de conferencias y las primeras propuestas de convenios internacionales sobre los armamentos; entre ellos es digno de mención el Plan McDonald. Alemania estaba dispuesta —como se decía en la proclamación del Führer— a aceptar este plan y a tomarlo como base de nuevos convenios. El plan fracasó rehusado por los demás países.
La igualdad de derechos solemnemente prometida al pueblo alemán en la declaración de Diciembre de 1932 no llegó a realizarse; por consiguiente, el gobierno, para salvaguardar el honor y los derechos vitales de la nación, no se encontró en condiciones de tomar parte en tales conferencias o de seguir perteneciendo a la Sociedad de las Naciones.
Aún después de haberse retirado de la Sociedad de las Naciones, el gobierno alemán estaba dispuesto a examinar las propuestas de los otros Estados y a presentar a su vez las suyas. La denegación de sus propuestas así como las de los proyectos, italiano e inglés, concebidos en el mismo sentido, mostraron que en las otras partes contratantes no existía la intención de cumplir las prescripciones del desarme según el Tratado de Versalles.
Por tal motivo, el gobierno alemán se vio obligado a tomar, por propia iniciativa, las medidas que le parecieron más oportunas para poner fin al estado indefenso tan denigrante como peligroso en que se encontraba el país.
La proclamación del 16 de Marzo de 1935 recalcaba que el gobierno no alentaba sino un solo deseo: poder garantizar la paz para Alemania y para toda Europa. Como prueba de las gestiones hechas por Alemania en beneficio de la paz se pueden citar: las propuestas de pactos de no-agresión formuladas a los Estados vecinos, el convenio con Polonia y la solemne promesa a Francia de que arreglada la cuestión del Sarre no existiría contra ella motivo alguno de reivindicaciones territoriales.
El gobierno alemán tuvo que ver, a su pesar, que el resto del mundo seguía armándose sin cesar. En la formación del Ejército soviético con 101 divisiones, es decir, 960.000 hombres en tiempos de paz, Alemania vio un peligro en el que nadie pudo pensar al hacerse el Tratado de Versalles. Además, hizo constar que la implantación del servicio militar por dos años en Francia transformaba el ejército con servicio militar reducido en otro de servicio a largo plazo.
El gobierno advirtió, finalmente, que era imposible continuar sin tomar las medidas necesarias para la seguridad de la nación o de ocultarlas ante el mundo. Como guardián del honor y de los intereses de la nación deseaba asegurarse aquellos medios de poder imprescindibles para la conservación del Estado y para dar a Alemania el respeto a que tiene derecho como colaboradora de la paz general.
El manifiesto terminaba con las siguientes palabras:
“En estos momentos el gobierno alemán renueva ante el pueblo alemán y ante el mundo la promesa de no pretender con el rearme un medio de agresión guerrera, sino exclusivamente una garantía de la defensa de Alemania y por tanto de la conservación de la paz. Asimismo manifiesta su firme esperanza de que el pueblo alemán, habiendo recuperado ya su honor y gozado en toda independencia de la igualdad de derechos, pueda dar su contribución a la paz del mundo mediante una franca y libre colaboración con las otras naciones y sus gobiernos”.

La ley del 16 de Marzo de 1935 sobre la reorganización del Ejército, proclamaba el servicio militar obligatorio; esto significaba el acta de nacimiento del Ejército nacionalsocialista del Tercer Reich. Ya el 21 de Mayo se dio la Ley del Ejército, cuya sección general determina: 1º El servicio militar es un servicio de honor al pueblo alemán. 2º Todo hombre alemán está sujeto al servicio militar. 3º En tiempo de guerra todo hombre y toda mujer alemanes, además del servicio militar, están obligados a prestar servicios por la patria. 4º El Ejército es el exponente de las fuerzas armadas y la escuela de educación militar del pueblo alemán. Se compone del Ejército, de la Marina de Guerra y de la Aviación de guerra. 5º El jefe supremo de las Fuerzas armadas es el Führer y canciller. 6º El ministro de la Guerra, subordinado al Führer, ejerce como generalísimo el mando sobre las tres armas.
El 18 de Junio del mismo año, el gobierno firmaba el Tratado naval con Inglaterra que, con arreglo al derecho internacional, anulaba la parte V del Tratado de Versalles. En el verano se procedió al primer reclutamiento y en Noviembre, la clase de 1914 prestó su juramento al Führer bajo la nueva bandera nacional que es el símbolo de la unidad del Estado, del pueblo, del Partido y del Ejército.
En 1936 se solucionó otro problema importante. Como réplica a la firma del pacto militar entre Francia y la Unión Soviética, el 7 de Marzo entraron en la zona renana desmilitarizada los regimientos alemanes eliminándose así la última limitación de la soberanía militar alemana. En Agosto cuando los déspotas rojos en Moscú se apresuraron a renovar el rearme del Ejército bolchevique, mediante la reducción de la edad que hasta entonces había servido de norma, se introdujo el servicio activo de dos años.

El decreto del Führer y canciller, del 26 de Febrero de 1935, establecía que a partir del 1 de Marzo de 1935 había de organizarse la Aviación militar como la tercera arma junto a las del Ejército y de la Marina.
De esta manera, oficialmente aparecen por primera vez las fuerzas aéreas de Alemania, que son obra del ministro de Aviación, mariscal Hermann Göring. Göring, el aviador as de la guerra, condecorado con la Orden Pour le Mérite, desde hace ya años y con la colaboración de sus antiguos camaradas, había puesto empeño especial en organizar secciones de aviación de la SA y de la SS. Estas organizaciones de carácter deportivo debían mantener viva en Alemania la idea de la aviación y preparar pilotos para el día aquel en que la navegación aérea alemana se libertara de las cadenas de Versalles.
El 11 de Marzo de 1935, algunos días antes de la proclamación del servicio militar obligatorio, el ministro de la Aviación, Hermann Göring, declaró al corresponsal del “Daily Mail”, Ward Price, que Alemania creó una aviación militar porque al reorganizarse la seguridad nacional también debía tenerse en cuenta la seguridad en el aire.
“Me he limitado a lo más estrictamente necesario —decía el ministro— y las normas que me guiaron no fueron las de crear un arma para amenazar a los demás pueblos, sino la de instituir una aviación militar suficientemente fuerte para rechazar en cualquier momento los ataques a Alemania”.
Göring explicaba que esto se había hecho hasta entonces en términos generales, sin delimitación precisa desde puntos de vista militares. Inglaterra invitó a Alemania a suscribir un pacto por el que se convenía la acción común por el aire contra el enemigo perturbador de la paz; Berlín se mostró dispuesto a poner a la disposición del país amenazado sus propias fuerzas aéreas. Esto hizo necesaria una separación clara entre navegación civil y deportiva por un lado, y militar por otro. Los empleados al servicio de la aviación civil han sido en parte militarizados como soldados u oficiales. Las fuerzas aéreas están bajo el mando del ministro del Aire, como general de los aviadores[2]. El ministro tiene también bajo su control la aviación civil. El uniforme de la aviación militar se asemeja al de la asociación deportiva aérea, pero tiene distintivos militares. Se proyecta el nombramiento de agregados de aviación en el extranjero.
Aun no se puede dar una cifra definitiva de las fuerzas militares aéreas alemanas, sin embargo, todo individuo que piense con claro y justo criterio debe comprender que Alemania, particularmente amenazada, tiene derecho a un número de unidades que le garantice la más absoluta seguridad. Hoy es imposible establecer un juicio claro del papel que incumbe a la armada aérea dentro del complejo total de la defensa nacional; garantiza la seguridad, sin la cual serían inútiles tanto el Ejército como la Marina.
¿Se encontraría la armada aérea alemana en situación de rechazar todo ataque sobre Alemania? Contestando a la pregunta el general Göring dijo textualmente: “La armada aérea alemana está tan apasionadamente compenetrada del sentimiento de defensa de la patria, hasta el último esfuerzo, como convencida de que jamás será empleada para amenazar la paz de los otros pueblos. Será siempre tan fuerte como la actitud mundial a favor o en contra de la paz.
Pocos días después, la armada aérea pudo hacerse cargo, gracias a la reimplantación del servicio militar obligatorio, de la artillería de defensa antiaérea; el 21 de Mayo de 1935 fue incorporada a la ley de defensa nacional. El 17 de Julio del mismo año, el Ministerio de Aviación se hizo cargo de la organización de la defensa aérea; de este modo toda la aviación alemana quedaba reunida bajo su dirección.
La reorganización de la aviación militar alemana es una de las más grandiosas obras que ha realizado la Alemania nacionalsocialista. Literalmente dicho, tuvo que crearlo todo, absolutamente todo, de la nada. La industria aerotécnica apenas tenía vida de apariencia; escasamente se contaba con obreros especializados y constructores. La cuestión de los jóvenes aprendices tuvo que quedar sin resolver ya que en ninguna parte había talleres apropiados para la experimentación, perfeccionamiento o enseñanza. Por decirlo así, de la noche a la mañana tuvieron que ser recuperados por Alemania quince años activamente utilizados por otras naciones en el desarrollo de la aviación militar.
Gracias al extraordinario dinamismo y energía del jefe de la Aviación, ha quedado resulto el problema formulado por el Führer. Actualmente cruzan el cielo de Alemania escuadrillas aptas para la defensa del país, la artillería antiaérea lo protege desde la tierra, un servicio de información aérea y la amplia organización terrestre aseguran la actividad de la aviación militar. En los Congresos del Partido, en el Bückeberg, en muchos ejercicios aislados y en las grandes maniobras militares del otoño de 1937 la aviación con orgullo pudo mostrar la eficacia de su potencia; es un factor importantísimo para la seguridad nacional, como lo ha dicho Adolf Hitler: “Las ciudades y aldeas alemanas están protegidas, sobre ellas vela la fuerza de la nación, el arma del aire.”

Una descripción detallada de las fuerzas militares de Alemania excedería los límites de este libro, dedicado a la obra total de Adolf Hitler en los cinco primeros años de su gobierno. Algunas indicaciones bastarían para dar al lector una impresión general de la organización militar de la nueva Alemania.
A la cabeza de todas las fuerzas armadas —Ejército, Marina de Guerra y Aviación— se halla Adolf Hitler como su jefe supremo. Ya hemos dicho que a comienzos de Febrero de 1938, la Dirección general del Ejército dentro del Ministerio de la Guerra, en sus funciones como “Comandancia general de las Fuerzas Armadas de la nación” y como Cuartel Militar general del Führer y Canciller del Reich, quedó bajo el mando inmediato de éste. Jefe de la Comandancia de las Fuerzas Armadas fue nombrado el general de artillería Keitel, a quien se confirió el rango de ministro del Reich. Los asuntos del Ministerio de la Guerra han pasado desde entonces a la Comandancia general y el jefe de ésta, por delegación del Führer, dispone de las mismas atribuciones que hasta ahora correspondían al ministro de la Guerra. A la Comandancia general incumbe durante la paz, conforme a las instrucciones de Adolf Hitler, la preparación de la defensa del Reich en todos sus aspectos técnicos.


El Ejército

El general en jefe del Ejército, general von Brauchitsch, ejerce el mando supremo del Ejército. Su Plana Mayor está constituida por la Comandancia general del Ejército que se compone de: Negociado de personal, Estado mayor general, Dirección general del Ejército, Administración general y Negociado de material de guerra.
El Ejército está dividido en cinco grandes agrupaciones regionales que a su vez están subordinadas a la Comandancia general. A la cabeza de cada grupo de Ejército hay un general en jefe(general de infantería, caballería o artillería) con una comandancia de grupo. Las residencias de las comandancias de grupo están en Berlín (1), Frankfurt-am-Main (2), Dresden (3), Leipzig (4) y Viena (5).
A la Comandancia de grupo corresponden varios cuerpos de Ejército (Comandancias regionales), a la cabeza de cada uno de los cuales se encuentra un general que al mismo tiempo ejerce al mando sobre su distrito militar. Las Planas mayores de las Comandancias regionales de los distintos cuerpos de Ejército se encuentran en las siguientes plazas: Königsberg (I), Stettin (II), Berlín (III), Dresden (IV), Stuttgart (V), Münster/Westfalia (VI), Munich (VII), Breslau (VIII), Kassel (IX), Hamburgo (X), Hannover (XI), Wiesbaden (XII), Nuremberg (XIII), Viena (XVII), Salzburgo (XVIII), y, por último, la Plana mayor de las Comandancias regionales en Magdeburgo (XIV) y Berlín (XVI).
Cada cuerpo de Ejército se compone de algunas divisiones y formaciones especiales. La división de infantería es la formación de Ejército más pequeña cuya composición le permite operar con entera independencia. La división se compone de: 3 regimientos de infantería, una sección de reconocimiento, un regimiento de artillería ligera y otro de pesada, una sección de defensa antitanque, un batallón de ingenieros, una sección de comunicaciones y algunas unidades de reserva. En caso de guerra se agregan además los “servicios de retaguardia”.
Las diferentes ramas del Ejército alemán son:

1º Infantería y Cazadores (color: blanco o verde claro, respectivamente).
El regimiento se compone de la plana mayor con la sección de comunicaciones, fusileros montados o motorizados, tres batallones, una compañía de cañones de infantería, una compañía motorizada antitanque; en caso de guerra se le agrega una compañía ligera de infantería. Cada batallón se compone de la plana mayor con el grupo de comunicaciones, tres compañías de fusileros, una compañía de ametralladoras y los bagajes de guerra. Cada compañía se divide en tres secciones y un grupo de ametralladoras pesadas; la compañía dispone de nueve ametralladoras ligeras, dos pesadas y seis lanzagranadas ligeros.
Los cazadores, con excepción de los regimientos de cazadores de montaña, no constituyen formación especial, como en el ejército de antes de la guerra, sino están incorporados al regimiento de infantería como uno de los tres batallones.

2º Caballería y Ciclistas (color: amarillo dorado).
A consecuencia de la motorización y mecanización, la caballería ha disminuído mucho o se ha transformado en unidades motorizadas. Actualmente, cada cuerpo de Ejército dispone de un regimiento de caballería para fines de exploración. El regimiento de caballería se divide en plana mayor con grupo de informaciones, un grupo montado y otro de ciclistas que, a su vez, disponen de varios escuadrones como unidad inferior.

3º Artillería (color: rojo vivo).
La artillería se compone de baterías ligeras y pesadas, servicio de informaciones, ajuste de tiro, etc., y, además, de las baterías fijas de las fortificaciones. Un grupo de artillería se compone de tres baterías; cada una de estas, a su vez, de cuatro piezas; un regimiento se compone por último de varios grupos. Las baterías están motorizadas o son arrastradas por caballos.

4º Tropas motorizadas (color: rosa)
Estas tropas constituyen el arma más reciente del Ejército. A ellas pertenecen los batallones de fusileros motociclistas, los regimientos de fusileros motorizados, los grupos de exploración motorizados, los grupos de defensa antitanque y los regimientos de tanques. O forman divisiones de tanques agregándoles artillería motorizada o ingenieros también motorizados y destacamentos de transmisiones, o bien son agregadas a las divisiones de infantería o cuerpos de Ejército. Estas tropas están organizadas de un modo semejante a las de infantería. Las divisiones motorizadas de exploración se componen de la plana mayor con el servicio de informaciones y de algunas compañías, cada una con tres o cuatro escuadras. La agrupación superior de los tanques es en general el regimiento que se divide en batallones y compañías.

5º Zapadores (color: negro)
De cada división de infantería depende un batallón de zapadores, en parte motorizado, que se divide en plana mayor con sección de servicio de informaciones motorizado, dos compañías de a pie, en parte motorizadas, una compañía motorizada, un destacamento motorizado herramental, una columna motorizada de pontoneros y una columna de zapadores ligera y motorizada que sirve de reserva. Además de estos batallones de zapadores, adscritos a las divisiones, en parte motorizadas, hay otros batallones y unidades motorizadas totalmente.

6º Tropas de Transmisiones (color: amarillo limón).
Como los enlaces de transmisiones en la guerra son de importancia decisiva, el Ejército dispone de formaciones especiales de transmisiones para establecer éstas desde el mando supremo hasta la división o desde ésta hasta las más bajas unidades de tropa. Además, las distintas clases de armas y tropas tienen unidades de transmisiones inmediatamente subordinadas a ellas. Cada regimiento o batallón, etc., tiene su propio servicio de transmisiones. Las tropas de transmisiones propiamente dichas, es decir, las que corresponden desde la comandancia de división hacia arriba están agrupadas en grupos de transmisiones y se componen de compañías de radiotelegrafistas y telefonistas.

7º Intendencia (color: azul claro).
El aprovisionamiento del Ejército está a cargo de los “servicios de retaguardia”. La intendencia dispone de grupos motorizados o de carros tirados por caballos. Cada uno de estos grupos dispone de varios escuadrones o compañías motorizadas.

8º Tropas de Neblinas artificiales (color: morado).
Estas tropas están motorizadas y, desde hace poco tiempo, forman una unidad independiente. Constan de secciones con plana mayor y servicio de informaciones y algunas baterías.

9º Servicio de Sanidad y de Veterinaria (color: azul oscuro y rojo carmesí, respectivamente).
El servicio de Sanidad militar comprende todos los servicios de higiene y de hospitales y, además, los servicios correspondientes a las reservas del Ejército. El grupo de sanidad se divide en compañías que, a su vez, forman batallones. Cada división dispone de un batallón sanitario propio, cuyo comandante es al mismo tiempo el médico de la división. Los batallones sanitarios en tiempo de paz están subdivididas en secciones sanitarias en las distintas guarniciones y mandadas por el médico mayor del cuerpo de Ejército que, a su vez, está subordinado al inspector general de Sanidad militar. Cada regimiento, plana mayor de sección, etc., tiene oficiales veterinarios cuyo jefe es el Inspector general de Veterinaria.
Para la instrucción del cuerpo de oficiales sirven las escuelas de guerra y armamento y para su formación superior la Escuela superior de Guerra. Los oficiales de Veterinaria y de Sanidad reciben sus enseñanzas en las respectivas academias y demás institutos de Sanidad y Veterinaria (Figs. 92-96).


La Marina de Guerra

El jefe de la Marina de Guerra es el capitán general de la Armada, Dr. h. c. Raeder, quien desde hace casi 10 años —primeramente presidía la Jefatura naval— tiene en sus manos la dirección de la Marina de Guerra alemana.
Para la ejecución de sus múltiples misiones del Alto Mando está organizado en la plana mayor del Jefe supremo, en siete grandes Negociados y distintas secciones subordinadas directamente.
La Comandancia General de Marina tiene a su cargo las cuestiones de carácter operativo y táctico y reúne las noticias de importancia para la estrategia naval. El Negociado de la Armada se ocupa de las cuestiones referentes al personal de la Marina de Guerra, régimen correccional, permisos, traslados, etc. La Dirección general de Marina se encarga de la preparación del material de guerra. Subordinadas a ella se encuentran el astillero de Wilhelmshaven y el arsenal de Kiel. Es responsable de la conservación técnica de los astilleros así como de las reservas necesarias de combustibles y demás material de guerra y también de la conservación de los astilleros. Corresponde a esta sección todo lo que se refiere a los trabajos cartográficos, como mapas marinos, libros náuticos, etc., así como las cuestiones de preparación económica de la guerra, de los buques auxiliares de la Marina de Guerra y el enlace con la marina mercante. La Administración de Marina es la autoridad superior en las cuestiones de sueldos, administración, vestimenta y alojamiento. Para llevar a cabo su misión tiene bajo su mando directo distintas intendencias. La sección de Armamento naval se encarga de la construcción y perfeccionamiento de las armas, como cañones, torpedos, minas y municiones. El negociado de la Oficialidad de la Marina de Guerra dispone los traslados, ascensos, bajas y asuntos de honor de los oficiales. Por último, tenemos el negociado de Construcciones navales, en donde se hacen los proyectos de nuevas unidades navales.
Además de estos negociados, el Jefe de la Marina tiene bajo su mando directo distintas secciones importantes. La Mayordomía de la Marina de Guerra cuida de las cuestiones económicas generales y del presupuesto. La sección de Maquinaria naval es responsable de todas las instalaciones técnicas a bordo. A la sección de Medicina naval corresponden las cuestiones sanitarias. Y, finalmente, la sección de Historia naval deduce las enseñanzas que se desprenden de las experiencias obtenidas en los combates navales del pasado.
Las fuerzas navales, exceptuando los barcos destinados a escuelas e investigaciones científicas, están bajo el mando del Jefe de la flota. En su plana mayor se estudian todas las cuestiones que incumben a este mando, como problemas tácticos, armamento, instrucción, transmisiones, organización del servicio a bordo, etc. De buque insignia sirve el acorazado “Admiral Graf Spee”, estacionado en Kiel, en donde están dispuestas las cámaras de trabajo y alojamiento de la Plana mayor de la flota. Los acorazados están bajo el mando directo del jefe de los acorazados. La escuadra de acorazados se compone actualmente del “Admiral Graf Spee”, “Admiral Scheer” y “Deutschland”[3].
Los cruceros, destructores, torpederos, lanchas torpederas y buscaminas están bajo el mando del jefe de las fuerzas de exploración. Además del buque insignia, crucero “Nürnberg”, corresponden a esta escuadra los cruceros “Leipzig”, “Köln” y “Karlsruhe”, las divisiones de destructores puestas en servicio y algunas flotillas de torpederos.
Directamente subordinados al jefe de las fuerzas de exploración están el jefe de los torpederos y el jefe de los buscaminas.
Los submarinos, directamente subordinados al jefe de la flota, están mandados por el Jefe de la escuadra de submarinos.
Los acorazados y cruceros están distribuidos entre los puertos principales de guerra, Kiel y Wilhelmshaven. Los destructores y torpederos están adscritos a Wilhelmshaven, Swinemünde y Pillau; los buques portaminas a Kiel y Cuxhaven. Los submarinos tienen como puertos de matrícula Wilhelmshaven y Kiel y las lanchas torpederos solamente Kiel (Figs. 99-102).

La defensa general de las costas y las secciones de Marina de Guerra en tierra están subordinadas a las jefaturas navales del Mar del Norte y Mar Báltico en Wilhelmshaven y Kiel. Cada uno de estas corresponde en categoría a un cuerpo de Ejército y a su frente está un almirante.
Diremos dos palabras sobre los servicios de la jefatura naval del Mar Báltico. Para la defensa de la costa sirven las fortificaciones del Mar Báltico occidental, las de las costas de Pomerania y las de Pillau. En las guarniciones de Kiel, Swinemünde y Pillau están respectivamente los grupos de artillería de marina 1, 3 y 5. Del reclutamiento del personal de las fuerzas navales a bordo y en tierra, así como de la instrucción de infantería de los reclutas, se encargan diferentes Cajas de reclutamiento de la marina en Kiel, Stralsund, Sassnitz y Eckernförde. La autoridad directamente superior de este servicio es el 2º Almirante de la base naval del Mar Báltico en Kiel, y que tiene a su disposición la escuadra del Mar Báltico de Kiel.
La Inspección de la Enseñanza Naval en Kiel cuida de la educación de los futuros jefes, de la formación intelectual del soldado profesional y del entrenamiento deportivo. A su esfera de acción pertenecen las escuelas de marina de Flensburg-Mürwick, la Escuela superior de Marina en Kiel, el grupo de enseñanza de suboficiales de marina en Friedrichsort, Plön y Wesermünde, las escuelas profesionales de Marina en cada uno de los departamentos navales y la Escuela del deporte marino en Flensburg-Mürwick. Para la instrucción a bordo se dispone de los barcos escuela “Schleswig-Holstein”, “Schlesien”, crucero-escuela “Emden”, así como los buques-escuela de vela “Gorch Fock”, “Horst Wessel” y “Albert Leo Schlageter”.
La Inspección de torpederos se ocupa de las cuestiones relativas a la instrucción y progreso en la técnica de los torpedos; a ella está subordinada la escuela de submarinos de Neustadt con la asociación académica de la misma escuela; además, la escuela de torpedistas en Flensburg-Mürwick, la Escuela naval para la protección contra los gases en Kiel y la Sección de experimentación de torpedos, igualmente en Kiel. La Inspección de la artillería de marina, con sede en Kiel, tiene a su cuidado la organización general y la instrucción de la Artillería. Bajo su autoridad está el crucero “Königsberg” y distintos buques-escuela de artillería; además, las escuelas navales de defensa antiaérea y de artillería de costa y la sección de investigaciones de artillería para buques. La Inspección de la técnica de bloqueo, con sede igualmente en Kiel, se ocupa del desarrollo y progreso del bloqueo como arma de guerra. A ella está subordinada la escuela de bloqueo de Kiel y además la sección experimental de bloqueo y el negociado de barcos de bloqueo.
A la Inspección de Transmisiones están subordinados la Escuela de Transmisiones en Mürwick y el Laboratorio experimental de Transmisiones en Kiel.
Los servicios de la Estación Naval del Mar del Norte están organizados de un modo parecido.
Las cuestiones de la defensa de las costas corresponden a las comandancias de las fortificaciones de la Frisia oriental y del norte. Los 2º, 4º, 6º grupos de artillería de costa tienen sus sedes respectivas en Wilhelmshaven, Cuxhaven y Emden. Al 2º almirante de la base naval del Mar del Norte están subordinadas las Cajas de reclutamiento naval de Wilhelmshaven, Glückstadt, Brake, Leer y Wesermünde.
La Inspección de maquinaria naval en Wilhelmshaven, con los talleres de reparación y enseñanza en Kiel-Wik y en Wilhelmshaven, es competente en todas las cuestiones relacionadas con el servicio de máquinas navales. A ella están subordinadas las escuelas navales de Kiel y Wesermünde.
El aprovisionamiento de munición para la Artillería y la preparación de minas es asunto de la Inspección de material de artillería, con sede en Wilhelmshaven.

La actividad constructora, comenzada a raíz de la firma del Tratado naval germano-inglés, de 18 de Junio de 1935, se ha continuado en los últimos años y funciona sobre una nueva base por el Tratado naval de 1937.
Además del Tratado naval de Londres, de 1936, entre Inglaterra, Estados Unidos y Francia, existen también tratados bilaterales que corresponden a aquél, como el germano-inglés y el cualitativo anglo-ruso que fueron firmados el 17 de Julio de 1937. Con esto se ha conseguido un importante paso en la limitación de los armamentos navales. Alemania especialmente ha demostrado su voluntad de limitar los armamentos navales, tanto cuantitativa como cualitativamente, por la firma de los convenios de 1935 y 1936.
El 3 de Octubre de 1936 fue botado en los astilleros nacionales de Wilhelmshaven el acorazado de 26.000 t. “Scharnhorst”. El 3 de Diciembre de 1936 fue lanzado al agua en los astilleros alemanes de Kiel el “Gneisenau”, del mismo desplazamiento. La clase de los cruceros de 10.000 t. fue inaugurada, el 6 de Febrero de 1937, por el “Admiral Hipper”, botado en Hamburgo en los astilleros de Blohm & Voss, y cuyo nombre recuerda al del gran marino, héroe de la guerra mundial. El 8 de Junio de 1937 tuvo lugar en los astilleros de Kiel la botadura del segundo crucero con el nombre de “Blücher”. El tercer crucero de 10.000 t. será botado en el corriente año. Con esto se da por terminada la construcción de los buques de línea de 26.000 t. y de los cruceros de 10.000 t. (Figs. 97-98).
Las siguientes unidades han sido aprobadas o están en construcción: 2 buques de línea de 35.000 t., 2 portaaviones de 19.250 t., 6 destructores de 1.811 t., 12 torpederos de 600 t., 12 buscaminas de 600 t.; además, algunos submarinos, botes rápidos y otros de pequeño tonelaje.
Los buques de línea de 35.000 t. F y G, que actualmente se encuentran en construcción, tienen un armamento principal de 8 piezas de 38 cm y 12 de 15 cm. Los buques de línea de 26.000 t. “Scharnhorst” y “Gneisenau”, que se encuentran en astilleros, tienen un armamento de 9 piezas de 23 cm y 12 de 15 cm y algunos cañones antiaéreos. Los cruceros pesados de 10.000 t. tienen 8 piezas de 20,3 cm y 12 antiaéreos de 10,5 cm.
Con estas unidades la flota alemana experimentará una ampliación que la llevará poco a poco a los límites marcados por el tratado. Desde luego, con la construcción de estos barcos no se ha utilizado todo el margen que deja el tratado, debido a la actividad creciente del rearme inglés, pero se creará una flota que ha de ofrecer la garantía de una eficaz y completa protección de las costas y de los intereses marítimos de Alemania.


La Aviación Militar

El ministro de Aviación, mariscal Göring, es el Jefe de la aviación militar; su delegado permanente es el secretario de Estado de ese ministerio, general de aviación Milch; jefe de la secretaría del ministerio: general Bodenschatz; jefe del Estado mayor general de la Aviación: general de división Stumpf; jefe de la Defensa antiaérea: general de artillería antiaérea Rüdel; inspector general de la Aviación militar: general de división Kühl.
El Estado mayor general se divide en: Plana mayor, organización aérea, jefe de cuartel general, jefe de transmisiones, jefe de Sanidad. Anexos: academia de Aviación militar y escuelas superiores de armas aéreas.
Al Ministerio de Aviación pertenecen las oficinas siguientes:
Dirección general de Aviación: con las secciones: tráfico aéreo, inspección aérea, servicio meteorológico nacional, seguridad aérea, defensa antiaérea civil. Esta dirección comprende 15 negociados.
Oficina técnica de la Aviación militar con las secciones: investigaciones, ensayos, adquisición de materiales y administración. Anexos: estaciones experimentales de la aviación militar.
Administración general de la Aviación militar con los negociados: mayordomía general, pagaduría, vestimenta, alojamiento.
Oficina de aprovisionamiento de material de aviación con las secciones: material de aviación, municiones y pertrechos.
Personal de la Aviación militar: interviene en los asuntos referentes a los oficiales, soldados, empleados, dependientes y obreros.
Oficina central con las secciones: jurídica, agregados militares; prensa, director del servicio ministerial y comandante del ministerio.
Inspecciones de Aviación militar: observadores, aerofotogrametría, escuadrillas de combate, ídem de caza, artillería antiaérea, seguridad aérea y pertrechos, automóviles, servicio de transmisiones, aviación marítima, escuela de pilotos, educación e instrucción militar.


Organización de la Aviación militar

La Aviación militar se divide en: Grupo de aviación militar 1 (Este) Berlín; grupo de aviación 2 (Oeste) Brunswick; grupo de aviación 3 (Sur) Munich; Comandancia general de Aviación en Prusia oriental (Königsberg); Comandancia general de Aviación marina (Kiel); Comandancia de Aviación en Austria (Viena). Además, hay que mencionar la división de instrucción en las armas del aire y Departamento de Aviación militar cerca del Jefe de las Fuerzas armadas. Correspondiendo a las regiones militares del Ejército hay también en el Reich comandancias regionales del Aire como oficinas territoriales de la Aviación militar.
La Aviación militar se divide en los tres tipos siguientes:
1º Tropas de aviación (Escuadras de combate, de caza y de exploración).
2º Artillería antiaérea (piezas antiaéreas pesadas, ligeras y reflectores).
3º Tropa de transmisiones aérea.
Además, existen como formaciones especiales: el Regimiento “General Göring” y el Batallón de guardia de la Aviación militar en Berlín (Fig. 103-106).


La Ciencia Aeronáutica

Esta ciencia, que ya desde los tiempos de la guerra mundial tenía un centro de investigaciones en el Instituto experimental de navegación aérea en Berlín-Adlershof, fue objeto de un gran impulso gracias a la reorganización de este y de otros centros, institutos y cátedras semejantes, cuya misión era la investigación de las grandes cuestiones que la práctica les planteaba. El 25 de Marzo de 1936 y bajo la protección del ministro de Aviación, se fundó la Sociedad Lilienthal para investigaciones aeronáuticas, realizándose con ella la absoluta unificación de las investigaciones científicas de la aeronáutica. El 24 de Junio del mismo año, el Führer dispuso la fundación de la Academia alemana para investigaciones aeronáuticas y le encomendó su dirección al ministro de Aviación.


La Industria Aeronáutica

La industria aeronáutica y sus anexas que se reunieron en el Grupo de la industria aeronáutica experimentó con esta reorganización un grandioso progreso en su rendimiento y resuelve a la perfección la misión que se le ha confiado. Sus necesidades han podido quedar resueltas gracias a la realización del Plan Cuadrienal, segunda gran obra, que el Führer encomendó al ministro de Aviación Hermann Göring, ya que merced a sus disposiciones, para independizar a Alemania del extranjero en la cuestión de las materias primas, se han beneficiado también, largamente, a los constructores de material aéreo.


Defensa Antiaérea

La defensa antiaérea interviene en casi todas las ramas de la administración del Estado y es de mayor importancia, como reiteradas veces lo ha manifestado personalmente el ministro de Aviación, para las construcciones urbanas y disposición del territorio, para los servicios públicos de agua, gas y electricidad, medios de comunicaciones fluviales y terrestres. La ley de defensa antiaérea del 26 de Junio de 1935 y las disposiciones ejecutivas del 4 de Mayo de 1937, inspiradas en la idea fundamental del nacionalsocialismo, precisamente aquí, en que pueblo y Estado deben formar una comunidad indisoluble, colocan en término principal dos normas: primeramente todas las instituciones públicas adecuadas, de acuerdo con sus actividades, deben colaborar en los fines de la defensa antiaérea bajo la dirección del ministro de Aviación, en segundo lugar, todos los alemanes están obligados a prestar servicio de defensa antiaérea, es decir, prestación de servicios personales y materiales, “igualmente quedan obligados a hacer, soportar y omitir todo lo que sea necesario para el mejor cumplimiento de la defensa antiaérea”.

No es posible, desde luego, dar cifras sobre las fuerzas militares de Alemania, salvo de la marina de guerra, la cual es conocida por razón de los tratados internacionales. Sin embargo, podemos dar a conocer indicaciones generales: las fuerzas militares de Alemania no cabe duda que están a la altura de su misión: garantizar la seguridad nacional y hacer frente a cualquier ataque por tierra, mar o aire; pero parecen insuficientes para una guerra de conquista o cualquiera otra empresa de aventura.
La Alemania de 1914 tenía el ejército más fuerte del mundo y una flota que podía enfrentarse con éxito a las más poderosas armadas. Pero este enorme organismo era el resultado de una paz interior y exterior que a lo largo de 43 años trajo al país la prosperidad y el bienestar. La Alemania de 1938 sólo ha tenido cinco años de tiempo para organizar su defensa nacional; cinco años, a los que había que añadir la difícil labor de la reconstrucción nacional sobre las ruinas de un pasado de decadencia. Claro es que la técnica actual facilita en la construcción de material de guerra una producción mucho más rápida que en el pasado; la capacidad de rendimiento de la industria alemana, tanto cuantitativa como cualitativamente, desempeña aquí un papel importante. Pero la preparación técnica del personal, y en especial la de los cuadros de mando, requiere tiempo si, como sucede en Alemania, no hay reservas con la instrucción militar necesaria.
Los datos astronómicos publicados por cierta prensa extranjera son en todo caso exagerados.
Algo podemos asegurar: la magnitud, la extensión y el ritmo de la obra de reconstrucción militar en estos cinco años parecen en efecto milagrosos. El 30 de Enero de 1933 existía sólo un ejército profesional de 100.000 hombres con armamento totalmente insuficiente (¡artillería pesada de madera y tanques de cartón..!). Hoy se cuenta con un nuevo ejército nacional, multiplicado, y equipado con todos los tipos de las armas más modernas; ayer: 7 divisiones de infantería y 3 de caballería; hoy, 18 cuerpos de Ejército con fortificaciones perfectas y un sistema de reservas bien organizado. Ayer una marina de guerra con pocos barcos y sin un solo submarino, hoy una armada que dispone ya de toda clase de buques de guerra o que pronto dispondrá de ellos; ayer una Alemania indefensa en el aire, hoy una potente aviación militar y una bien preparada defensa antiaérea.
El pueblo alemán sabe ahora que sus fronteras están aseguradas y su gobierno está en situación de ejercer una política exterior como gran potencia que goza de la igualdad de derechos.
[1] Desde principios de 1934 los soldados llevan sobre el uniforme la insignia del Partido. Por primera vez se vio, en el Congreso del Partido de aquel año, un fuerte contingente de tropas al lado de los combatientes políticos de Adolf Hitler.
[2] Un año más tarde el ministro de Aviación, Göring, fue nombrado capitán general. El grado de general de aviación pasó al teniente general Milch, secretario del Ministerio del Aire.
[3] Los buques del tipo “Deutschland” oficialmente se llaman buques blindados porque como cruceros no tienen la velocidad necesaria ni poseen la solidez de los acorazados de combate.

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